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Foto del escritorPaulina Simon T.

Ahora.




Escúchame leyendo este texto aquí:






Hoy es sábado 3 de diciembre y es el primer día que no le llevo al Nael a su juego de fútbol que es lejísimos de aquí a una hora entre tren, bus y una caminata mortal en cuesta y ahora estamos -17 grados entonces es más mortal.


Me tengo que quedar en la casa para hacer dos hojas de vida nuevas para aplicar a mejores trabajos y es algo urgente,




Tengo que barrer y aspirar, sacarle a la Agnes a orinar e ir a trabajar desde las 2pm hasta las 6:30pm.


Esta semana ha sido durísima.


El bajón después del concierto de The Smile en Montreal.


El gran bajón de vivir un sueño en una dimensión paralela, para después estrellarte de nuevo con el trabajo, la semana más fría del año, (todas las semanas dicen lo mismo y cada vez es más fría) y la vida así sencillamente.


En medio de esta resaca post concierto me super gancho con el Instagram y aunque me juro que no me va a pasar, caigo en el posteo intenso, en querer mostrar todo, en estar pendiente de las reacciones, pero a la vez no querer involucrarme.




Las redes sociales son peores que las drogas.


Dices: Sólo voy a fumar un día a la semana, y de pronto ya estás fumando tres veces a la semana, y de repente ya estás fumando todos los días, y al final, dos veces al día.


¿Por qué no puedo hacer redes sociales?


Por qué me abstraen del tiempo presente.


Todo se vuelve una proyección de mi misma. Y aunque amo el género documental y amo todo lo que funciona como un diario; en instagram todo tiene ese carácter espectacular que te obliga a estar pendiente de las reacciones del otro.



Pero en este tiempo me siento extremadamente sola, aunque conozco gente nueva todos los días, pero la soledad es enorme, (debe ser otra cosa del invierno…)


Y de pronto el instagram cumple esa función de la droga que te hace sentir calientito y acompañado, porque aparentemente a alguien en el mundo le importa que te estés cagando de frío en el polo norte.


Es toda una gran apariencia de lo que es, lo que debería ser. Querer ser viral con tu historia de mala calidad y entrar en un mundo de contenidos que ya ni siquiera entiendes.


No puedo generar el tipo de contenidos que Instagram requiere y aún así con los mensajes que recibo me siento una estrella.

Un pequeño grupo de aplausos a mis hazañas de supervivencia.


No puedo.


Tengo que estar presente en mi presente.


Ahora en mi ahora.


No puedo escaparme tanto de lo que está pasando.


Al contrario, estar más alerta de todo lo que tengo que hacer para el gran reto de sobrevivir a este invierno, a este trabajo, con estos ahorros.


Todo el mundo me dice: Lo están haciendo super bien. Y todo el mundo me dice,


¡Les va a ir excelente!


Y la verdad yo no sé cómo alguien puede asegurar eso.


Yo no sé cómo se hace para salir del otro lado del túnel en el que siento que estamos, atravesando de un estado de vida a otro.


Como si todo esto que estamos viviendo solo fuera una metamorfosis.


Hace poco el Elías trajo de la escuela un libro con la metamorfosis de la mariposa monarca, y ahora pienso si podremos hacer ese mismo trayecto de oscuridad que hace el capullo de la mariposa, el caterpillar. Viviendo en un país con cuatro estaciones la forma de metaforizar la existencia es a través de la presencia del sol y la temperatura más o menos baja.


Entonces pienso que quizá para primavera habrá pasado lo más duro del frío, también lo más duro de la migración.


La primera Navidad.


Este cansancio que no me cabe en el cuerpo.


Esto de trabajar como mula y aún no llegar siquiera a una cifra con la que pueda cubrir el arriendo.


Tanto por pensar y tan poco tiempo.


Por eso prefiero escribir, que postear en redes sociales.


Cuando escribo me ordeno un poco la cabeza, y entiendo yo misma cómo me siento.


Trato de explicar en un texto breve qué es lo que estamos viviendo y todas esas contradicciones internas y externas que provocan las vivencias; y yo misma al releerme acepto mis dudas y me acojo a mis decisiones.


Esto es duro.


(y no es material para la felicidad de instagram)


y no puedo predecir nada.


El ahora es el ahora.


Ahora.





pd: La canción de radiohead que oigo este instante dice: You can try the best you can; the best you can is good enough.







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Un buen día

1 Comment


Gio Valdivieso Latorre
Gio Valdivieso Latorre
Jan 11, 2023

"Estar PRESENTE en el presente", me quedo con eso y te mando todo mi calorcito, aunque ahora acá tampoco hay mucho, pero sí harto del corazón que les extraña y siempre envía las mejores vibras para ustedes hermosa y valiente familia.

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